Caminar por Bogotá, la capital de Colombia, muchas veces genera dolor de cabeza, respiración agitada y hasta taquicardia. No es para menos, la capital colombiana se encuentra a 2.600 metros de altura (8.530 pies) es normal sentir los efectos de altitud y más si vienes del nivel del mar. Con frecuencia en los tours por la capital los guías de turismo ofrecemos té de coca, usando la colombiana expresión: “eso es bendito para el soroche”*
¿Coca? Nos preguntan con extrañeza algunos turistas, y ¿qué me va a generar esto? Nada negativo, es un té, un té natural de la hoja de coca. No es cocaína, no genera ningún tipo de efecto contraproducente. Es un té verde que tiene muchas propiedades, entre ellas aliviar el mal de altura y de estómago, mejorar la circulación y hasta parar los síntomas de la resaca o guayabo, como le decimos en Colombia. Y para las comunidades indigenas resulta ser un alimento para el alma, mientras lo van masticando van aclarando sus pensamientos, es una coca sagrada con un gran poder de curación del cuerpo y el alma.
Gran parte de nuestro trabajo en el turismo y como guías, es educar y resignificar algunas palabras que han sido tachadas por las malas campañas de los medios a nivel internacional y así resaltar nuestra cultura golpeada por los argumentos escuetos que sin contrapeso han generado miedo en el exterior y han borrado algunas de las creencias y costumbres ancestrales de nuestros territorios.
La hoja de coca es una planta sagrada para las comunidades indígenas de Suramérica. Es un arbusto mediano de origen Amazónico, que crece en valles húmedos y calientes entre los 1.000 y 2.000 metros de altura. Ha sido considerada una planta sagrada de gran valor curativo y aún en algunas zonas del país las comunidades la consumen, ya sea mambeando -masticándola- o en infusiones.
Actualmente, la hoja de coca lucha contras la fumigaciones y erradicación en el país y no es para menos. De ella se desprende un alcaloide que al ser sintetizado y tratado químicamente con otros componentes se elabora la cocaína.
Esto ha generado una prevención en cuanto al uso de la planta en forma natural, tal como lo han venido haciendo por cientos de años los pueblos indígenas de nuestra América mestiza. Se trata de una campaña de desprestigio de la planta, con el fin de controlar la oferta del narcótico.
Sin embargo, después de una lucha legal, en países como Colombia, Perú y Ecuador se ha hecho el reconocimiento de los usos lícitos de la hoja de coca, como una forma de respeto a las tradiciones de estas comunidades, entre esos el mascar la hoja y productos subyacentes que no tienen nada que ver con el narcótico.
Nos preguntan muchas veces, ¿esto es legal?
Si, es legal el consumo natural de la hoja. Hoy en día hay empresas certificadas y legalizadas por el gobierno para que distribuyan sus productos basados en la planta, que no tienen nada que ver con la droga. Puedes encontrar en plazas de mercado y hasta en puntos turísticos famosos, la hoja de coca seca, bolsitas de té para hacer infusiones y hasta polvo de Mambe, la hoja pulverizada mezclada con ceniza de Yarumo, para hacer té en leche parecido al famoso Matcha, su sabor es parecido.
Si quieres saber más de la coca, su uso ancestral y sus beneficios para el cuerpo y mente puedes ser parte de nuestro tour Coca, Cocoa & Clay. Es un recorrido para aprender y conocer más de nuestra cultura indígena y resignificar el uso de las plantas sagradas como la coca y el cacao. Finalizamos el tour con un taller de arcilla súper entretenido en el museo de arqueología. Una experiencia diferente en el centro histórico de la ciudad.
*Soroche: Como llamamos localmente al mal de altura.
