Viajar no siempre es bonito, no siempre es cómodo, no siempre es perfecto. Mi percepción del viaje es muy diferente a la de muchos y tal vez muy parecida a la de otros, siempre he dicho que cada uno ve los destinos de forma diferente y las conexiones personales con un lugar son únicas. A mi especialmente me gusta la inmersión en lo local, me gustan las plazas de mercado, me gusta el caos de las calles populares, los olores, los colores y ver esa realidad que cada lugar esconde.
Bazurto es de esos lugares que siempre me preguntan si vale la pena ir, yo lo encuentro atractivo, lo encuentro caótico y muy fotogénico, pero la noción de “atractivo” depende de tus conceptos mentales de belleza, como bien lo dicen, esta siempre es subjetiva. Bazurto para mi tiene la esencia real de Cartagena, esa que a veces olvidamos en medio de las calles de lujo, este mercado nos muestra otra faceta de la ciudad, guardando joyas de la idiosincrasia y gastronomía caribe.
A Bazurto he ido par de veces, -no muchas- pero siempre lo encuentro interesante, cada vez que voy me llevo fotos diferentes y conocimientos nuevos, sin embargo no quiero mentirles, Bazurto tambien me transmite esa sensación de agobio debido al calor y al caos entre sus callejones angostos, pero todo es parte de la experiencia.
Son las 10:00 a.m hay escamas de pescado por el piso, cajas de cartón por todo lado, la basura en los rincones y en los andenes me logra inquietar un poco. Sigo caminando, el olor a pescado es fuerte, de repente me llaman la atención unos cangrejos azules, paro a tomarles fotos, ¿puedo tomarles fotos? – pregunto- ¡claro!, – el vendedor responde- extrañamente aquí no pagas por las fotos, nadie te dice nada por llevar la cámara en mano, los vendedores son indiferentes con los turistas, lo que lo hace muy diferente al acoso que vives en el centro histórico de la ciudad.
Después de mis fotos a los particulares cangrejos azules, atravieso un entablado oscuro, las carnes, un lugar innundado de olores fuertes y moscas, pasé por alli muy rápido y no hay muchos detalles, tampoco quiero desanimarte en mi relato. Luego de cruzar esta área llego a las frutas, me deleito con los colores y la variedad, hay un desorden característico, pero si te gusta el arte y la fotografia, hay unos escenerarios fabulosos. El mercado es una cuadrícula de angostas callecitas llenas de gente y víveres, sin embargo el calor se hace cada vez más extenuante y solo pasa por mi mente una cerveza muy fria.
Seguimos caminando y de repente salta a la vista unas ollas gigantes llenas de arroz y mariscos, eso se ve delicioso -pienso en ese momento- tambien hay arepas de huevos gigantes, sancochos y otras delicias caribeñas , todos esos fogones al aire libre lucen espectaculares, en mi criterio esto es cocina pura, sin embargo hay que admitirlo, no todo mundo se arriesga a comer en Bazurto, pero si quieres mi opinión, de aquí no deberias salir sin probar algo, hasta el famoso Anthony Bourdain se sentó en una de estas mesas, en la famosa cocina de doña Ceci.
Después de este deleite gastronómico en el que te puedes perder un par de horas, si realmente resistes al calor, intenta cerrar el recorrido en el local de Runner (Es muy conocido, puedes preguntarlo en caso que no lo encuentres fácil), él es un artista que hace carteles coloridos invitando a los famosos picós de champeta, te puede hacer un cartel para que te lleves de recuerdo y de paso apoyas a una comunidad de escasos recursos que trabajan con él.
Bazurto un mundo de colores y sabores en medio del caos y el calor, un lugar que debes visitar en tu próximo viaje a Cartagena si quieres ver otra cara de la ciudad! Te invitamos a que veas nuestras experiencias gatronómicas en las ciudades principales, click en FOOD TOURS.